Caricias de sin razón. Porqué al otro cuerpo hay que tocarlo un poco enloquecido

Un desamor público

Una escena del Contact-improvisación (CI). Dos cuerpos fluyen en un enredo de brazos, piernas, espirales y risas. Pausa. Un cuerpo se separa del otro, junta las manos al pecho, sonríe y guiña los dos ojos en señal de gratitud, se da la vuelta y desaparece deambulando entre la muchedumbre danzante. El otro cuerpo permanece sentado, la mirada perdida, atónito. ¿Cómo ha podido ocurrir? Pasar en un solo instante de una conexión física íntima a la desnudez de la soledad puede resultar muy desconcertante. La persona se levanta aturdida, sintiendo en el pecho el abandono que sintió de niño. Hace unos segundos vivía al calor de la relación y de repente vive en un desierto glacial. Lo más común es que se abalance sobre su botella de acero inoxidable para beber agua. A veces finge que quiere bailar sola e incluso puede suceder que la danza, que es buena gente, se apodere de sus movimientos angustiados para transportarle a un nuevo mundo gozoso.

Esta escena sucede cada tarde de jam de CI, en este país como en otros. Incluso podríamos definir el CI a partir de ella: El Contact-Improvisación es el lugar donde es posible pasar de una intimidad física intensa a la angustia de la soledad pública en un abrir y cerrar los ojos. No existe otro espacio donde se pueda establecer tan fácilmente una intimidad física que a su vez pueda caducar de manera tan repentina.

Y hay belleza en todo ello.
Y también algo de sufrimiento, radicado en un error de poética existencial. Este texto invita sino a corregir ese error, al menos a reflexionar acerca de qué sucede en un encuentro.

Carlos Osatinsky, Fernando Nicolás Pelliccioli y Jonathan Martineau en Tre3. Foto de Raúl Bartolomé.

Soledad desbordante

Un dúo son dos ríos que desbordan el uno en el otro. Una pareja nunca te complementa. No hay falta sino exceso. Quien busca en el otro un refugio más que un viaje es un vampiro.

Un dúo dinamiza nuestro movimiento hasta poder hacerle desbordar de sus diques. Multiplica nuestro jardín. En inglés, la persona que sufre de su soledad se siente lonely. La persona que goza de la plenitud exuberante de la existencia en soledad está alone. Loneliness y aloneness remiten a dos vivencias opuestas de la existencia del cuerpo. Si vas a entrar en un dúo, no llegues con las manos vacías, no entres en la casa del otro mendigando atención y cariño. No andes lonely. Danzar es darse. Conectar es desbordarnos. Baila siempre, en dúo, en solo, siempre alone, con un toque de locura.

Debemos danzar desde la soledad del ermitaño, del periférico, del pirata, del místico, la soledad vital de quien no encuentra satisfacción en la comunicación circular de los sujetos presos de su bucle mental, del discurso tautológico del diccionario. Solamente danzamos porque sabemos que algo de la humanidad parlanchina falla. En la mente del ciudadano que se identifica con su discurso, falta el otro lado, faltan los pies, falta el misterio. Entonces busca su media naranja. En la soledad terrenal, la existencia es transitada por el otro, por el vértigo, por los márgenes del discurso, por la imaginación, el pasado, el animal, los sueños, el deseo. La danza comienza cuando una persona se desengaña de las ficciones totalitarias del lenguaje. Entonces su atención deja de ser autorrefencial y se abre al dinamismo del otro en lugar de cultivar hábitos de fagocitación, sumisión, apropiación.

La atención pertenece a este mundo

La atención es el puente entre cuerpo y mente, entre espacio y vida. La desconexión vital sucede cuando la atención se vuelca en un mundo sin hacerlo a través del cuerpo. (Nunca sucede en la vida: la atención por definición atraviesa el cuerpo constantemente. Solo que a veces, a menudo, se obvia lo que acontece en esta travesía. Por ejemplo, sujetas el teléfono mientras pierdes el tiempo en la red social pero no atiendes la tensión del codo ni sientes los ojos. Sentada a la mesa del café, charlas con tu amigo pero la realidad que se manifiesta en tu boca y tu lengua al vocalizar carece de importancia, solo vives en el viento que soplas.)

Llamo sentir el mundo desde dentro a cualquier proceso de conexión con el espacio exterior donde la experiencia corporal cobra importancia. Entonces mundo y mente se enamoran y el cuerpo es una fiesta.

Esta fiesta sucede en cualquier actividad física intensa, como el deporte, la danza o el sexo donde por defecto la atención se entrega a la experiencia corporal. Con el tiempo aparecen los hábitos y con los hábitos los automatismos del cuerpo hacen innecesaria la atención a la experiencia corporal. Un deportista buscará entonces retos más grandes, un don Juan amantes nuevos, un bailarín intentará piruetas fantásticas: lo que anhelan realmente es sentir el mundo desde dentro.
Aprender a montar una bicicleta requiere toda tu atención y en este diálogo con la gravedad tu pensamiento resuena enteramente en el mundo. Eres feliz. Para recuperar esta inmersión existencial donde la mente penetra el mundo, el ciclista buscará montañas más altas, descensos más peligrosos, saltos más vertiginosos. Lo que se anhela sin embargo no es exactamente la altura ni la velocidad sino la inmersión de la mente en el mundo. Anhelamos la paz de sentirnos en casa en este mundo.

La improvisación nos confunde con la vida del mundo. Improvisar, escribieron Deleuze y Guattari en Mil mesetas, es fundirse con el mundo. Qué maravilla, qué subidón… Y con la práctica, lejos de mejorar nuestra relación con lo imprevisto, desarrollamos hábitos que nos guardan de la vida. Entonces nos aburrimos. Ya no es como antes…

Error de poética existencial II: la búsqueda de la intensidad

La fuga en adelante hacia la intensidad es una confusión existencial. Debemos lanzarnos hacia lo sutil, lo subterráneo, el interior de la materia, la tela de la imaginación, el subconsciente. Solamente ahí podemos acercarnos a algo compatible con verdad, justicia, libertad y felicidad. Si buscas lo sutil, puedes encontrarlo incluso en lo intenso. Si buscas lo intenso, pierdes lo sutil.

No puedes vivir intensamente constantemente – o vivirás muy poco – pero si puedes sutilmente sentir el mundo desde dentro a todas horas. La persona que busca fundirse con el mundo en caminos de intensidad creciente se condena a tener cada vez menos momentos anhelados. Y cada vez más cortos. Y nadie que vive obnubilado por la intensidad podrá desear envejecer – que sin embargo no deja de ser una fatalidad en este planeta.

El único hábito que conviene cultivar es tener la mente atravesando la experiencia del cuerpo constantemente. Esta constancia, este hábito, se cultiva desde la pasión por la experiencia sutil, por el aire, los huesos y las sensaciones delicadas, a caballo entre realidad e imaginación. La mente que habita la experiencia del cuerpo no dejará de soñar, no ahogará el subconsciente. Entonces nuestros encuentros con otros cuerpos son encuentros con otros mundos. Entonces desbordamos.

Liberar lo invisible

La danza solo tiene futuro atravesando el cuerpo invisible.
El camino más directo hacia la liberación va de lo intenso a lo sutil. De lo obvio a lo desapercibido. De lo dado a lo misterioso. De la cárcel del pasado al aire nuevo.

Sutil vibra por debajo, como subtile en francés o subtle en inglés. En español a menudo se entiende (inconscientemente) que el su de sutil es el su de supra. Que la sutileza es superficial. Siente el látido del corazón – sutil pero vital. Imagina sentir el movimiento de la retina. Imagina percibir el eco del pasado…

No hay liberación real que no sea una liberación del subconsciente. Toda liberación debe atravesar el reino de lo subterráneo. Del otro lado de los avernos, en el territorio etéreo, nos encontramos con intensidades de existencia que ningún perseguidor de lo intenso experimentará jamás.

La danza Contact-intenso

¿Qué nos dice esto de la danza Contact-impro? Cualquier toque físico es por definición muy intenso. De cierto modo, no existe una cosa como un toque sutil. Hay ciertamente muchas sutilezas dentro del toque pero el contacto físico en sí es un grito a los oídos de la mente. Prestar atención a lo sutil mientras compartes contacto físico con otra persona es un ejercicio loable, como tratar de oír tu corazón en un concierto de rock. Es entrenar en campo duro.

El Contact-Impro es un entrenamiento de la intensidad: el Contact-Intenso. Es supervivencia. Cuando el cuerpo y la mente viven en mundos paralelos, el CI obliga a la comunicación, aunque sea para evitar romperse el cuello o torcerse la rodilla. En un dúo de CI, antes de que se adquiera los patrones para bailar de forma automática, no hay espacio para la verborrea mental. ¡Qué paz! ¡Qué descanso! Mientras bailo contigo descanso de mí (de mi pesado yo preso de una ficción lingüística). Pero a la larga el goce enmudece, el roce abundante crea un callo de hábitos, y ya no es como antes. Para conectar de nuevo con la paz mental del superviviente y huir del aburrimiento, debemos comprometernos con acrobacias, velocidades, piruetas. Muchas personas dejarán de bailar…

Butoh: subvivencia

El butoh, que abraza todo el abanico de experiencias posibles en su guerra contra el juicio humano, se compromete con lo sutil, ahí donde la realidad y la imaginación se trenzan. Es subvivencia. No estamos del todo vivos, mitad sentimos, mitad soñamos.

¿Cómo sería explorar el contacto físico y las reglas del movimiento convencional desde el cuerpo que sueña? ¿Cómo tocar la imaginación del otro a través del toque de su cuerpo? ¿Cómo bailar enamorado de la danza del mundo?

Un oasis de mundo

Decía el sabio: No esperéis que el agua del mar os quite la sed. Hay que llevar vuestras manos a las pequeñas fuentes. (Pascal Quignard)

El mar rima con vacaciones.
Manantial con jardín secreto.

Hay un tiempo para celebrar en el jolgorio de la tribu. Siempre que el vergel de tu soledad esté exuberante, que tu subconsciente sea como un oasis. No vayas al mar sediento. No vayas a la masa sin intimidad con algún misterio. ¡Trae un cuerpo oasístico!

Un enigma nos atraviesa.
La masa tiende a uniformizar, aplanar, empobrecer, anular diferencias. Con Spotify tendemos a escuchar la misma música. Con el turismo se tiende a comer parecido en todos sitios.

Nietzsche, cruelmente sabio: Míralos, arrimados los unos encima de los otros, si les gusta tanto el calor del rebaño es porque en el fondo sienten frío.
¡Ay… cuánta gente en los entornos de CI, borrachos de hormonas de contacto, confunden su frío vital por calor!

No traigas tu hambre al club de los mendigos. No vayas mucho a las jams de Contact-impro si no llevas preguntas. No frecuentes demasiado a los grandes festivales de CI si no te nutres en clases con grupos reducidos. No vayas al mar sin una brújula que te aguijonee.

Lleva un vértigo para nuestro cielo. Lleva unas danzas que nos espoleen. Lleva bandejas de frutas para nuestro banquete. Lleva leña y bebida para nuestra hoguera. Contágiate de lo que no entiendes, aprópiate lo inaudito, continúa en la ruptura.

Lleva tus manos a las pequeñas fuentes, solamente así nos beneficia tu presencia cerca del mar. Enciende las ganas en tus venas, prende un fuego en tus órganos, organiza tus huesos en resonancia con la gran constelación de serenidad que nos entreteje.

Selva nuestra

Siempre que necesites, te daremos de comer, te propiciaremos abrigo, te amamantaremos y te consolaremos. Siempre que necesites. Pero no queremos tu frivolidad: no cedas a la moda de restregarnos tu desidia, de elaborar fachadas sociables y parlanchinas para distribuir tus penas triviales, no vengas con el alma congelada a tratar de convencernos que ardes pasionalmente.

Baila a solas con los árboles, ve a clases con los mejores maestros, crea labs de investigación con amigos y véanse cada semana, durante meses y años. Deja que el mundo cree a través de ti danzas secretas. Secreta danza. Entonces, solamente entonces, en la gran jam, en el festival multitudinario, en el aquelarre tribal, entonces tu danza será riqueza para todo el mundo. Y si tú y yo y ella y él nos transformamos en oasis, juntas seremos una selva. De otro modo, si alternas trabajo alienante con vacaciones alienantes, da igual a quien votas, estás engordando un monstruo que devorará nuestros hijos.

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1 Response to Caricias de sin razón. Porqué al otro cuerpo hay que tocarlo un poco enloquecido

  1. Avatar de bernardomateu bernardomateu dice:

    Os comparto, desde la jaula que me a-coge, en la granja en rebelión,  ésto que se me viene, se me asocia al leer el texto, en relación a tanto de allí y a:  ganas, comida, bebida, nutrición… y me afecta, y quiero afectar con fruta en la bandeja. Entonces para que resuene en los otros barrotes como el cuerpo vibratil de Suely Rolnik (que no he leído pero queda bien y me motiva a investigarlo), según tecleo, corrijo y bailoteo extrañamente frente a la pantalla, os comparto:

    Aprovecho para añadir, que aproveche!, quizás estos garabatos cual movimientos inoportunos, que a la vez es lo poco o mucho que puedo aportar ahora, guste o no, algo que se nos cuece desde estos últimos meses y milenios pero que… Me hace pensar más allá, más acá, ese monstruo que devorará a nuestros hijos …Me imagino como el cordero, la vaca que de repente se da cuenta que la alimentaban para devorarla…y solo le queda agachar la cabeza si se da cuenta cuando ya no puede escapar, ni crear otros nosotros, ni matar a los verdugos, ni ya crear otros entornos, vínculos, paradigmas, etc

    Quizás incluso desde la granja, la cerda violada por un cerdo obligado, encerrada pariendo y siendo comida por sus hijos, que serán comida para otros, puede bailar lento… (Caliban y la bruja, Silvia Federici)

    Hablaba un día este año con una compañera que el butoh te ponía en juego en la interacción con el otro desde el respeto, afinando esa escucha para interactuar físicamente en aquel baile grupal de movimientos, donde tantas afecciones, emociones y dificultades se ponen en juego…

    Y tras un año y pico anteriormente, sin comer mamíferos, en el recorrido de un año en butoh, pude sentir en mis carnes grupales en un retiro al aderezarlo con el ingrediente ácido (comunismo ácido de Mark Fisher)… lo que se siente justo antes de ser matado y comido, para?

    Hacer movimientos distintos para transformar nuestros patrones, transformar  inercias del sistema opresor, dejar caer el yo… También, entonces,  será dejar de hacer movimientos que hacemos… Sentir lo que pasa alrededor?, respeto salvaje?, no manipular al otro, escucha etc etc… Pero no podemos ver ni dejar de sostener el movimiento de lo que ocurre en las oscuras granjas y burdeles a lo largo de las carreteras y caminos cercanos…hasta nuestra mesa, demos gracias al señor por los alimentos que vamos a recibir.

    La satisfacción de placeres innecesarios a costa de la explotación y muerte de seres es un movimiento a bailar distinto, normal el miedo y otros afectos evitativos, que no nos dejan ver ni sentir que romper los genitales a una gallina encerrada por el placer de comer sus huevos, es análogo a romper los genitales de una mujer en un burdel encerrada por el placer de eyacular allí, así , de esa manera. Ahí al lado, sin ventanas, sin escuchar los gritos de todo aquello, nosotras bailando, haciendo movimientos distintos en un espacio y en otros…alimentando al monstruo?, alimentándonos como monstruos?

    …en un lugar muy muy lejano hay unos hombres malos en  países de África que violan por las noches, incluso matan, mujeres y niñas, para satisfacer su placer de eyacular allí, así, de esa manera …Satisfacción de placeres innecesarios a costa de…(mm que ricos los corderitos lechales a la brasa, se me cae la baba de pensarlo, se me hace la boca agua con solo de olerlo )

    Y de las guerras en relación con todo ésto qué?… Pregunten a la IA:  autores que trabajen la relación entre la explotación y consumo de animales con las guerras, holocausto, prostitución, exclavitud, analogías, similitudes, ejemplos.

    …y gracias al butoh y a todas y todos nosotros, entre otros temas, que no conocía antes, conseguí ser vegano, algo que no tenía planeado, lo encontré sin buscarlo ahí, me siento tan privilegiado de haber llegado a estos nuevos movimientos relacionales, tan feliz en ese tema, hay tanto retorno de capacidades, sensibilidades, vínculos, acoples distintos, sinergias, agradecimientos de la naturaleza, analogías que se hacen visibles, con tanto esfuerzo en el camino y en mantener esta renuncia a aquellos movimientos en este nuevo campo de posibilidades, sueño con un nosotros vegano, nos quiero…

    …y contorneándome nos digo bla bla ba, pio pio pio, pim pam pun, jajajaja, oole, puff, humm, ahhh, arg,mmm, etc

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