La otra danza (semana 4 de marzo)

1. Anti antidanza

Se ha denominado algunas veces al butoh con la expresión antidanza. Todos los anti adquieren su identidad gracias a lo que rechazan. El butoh no tiene identidad propia, se mueve en los espacios entre los opuestos. La antidanza da la sensación de que sabemos lo que es la danza y por consecuencia también conocemos su contrario.

Butoh en japonés significa también danza, todas esas danzas que no tienen nombre. Es la danza de la alteración, es la otra danza. Si lo reconoces, déjalo. No es la expresión de uno mismo que motiva la danza en el butoh sino la alteración del nosotros.

 

2. Manipulación

En pareja, una persona se deja manipular y otra investiga en primer lugar el peso de un miembro, luego la articulación y la movilidad del miembro y por fin su curiosidad, deja que sus dedos penetren ahí donde se sienten llamados.

Brazo-pierna-pierna-brazo-cabeza.

No se trata de abandonar. Hace falta mucha atención para permitir que el otro nos manipule. Nuestro trabajo es reconocer y analizar los lugares y los momentos donde agarramos, donde sujetamos.

Y hacemos otra ronda por cada miembro pero esta vez activamos un miembro al mismo tiempo. Un miembro en movimiento y un miembro manipulado. Disociación, atención, precisión.

 

3. Danza disponible a la alteridad

Investigamos esta sensación de estar movido por otro, esta sensación de bailar en comunicación con nuestro peso y nuestra estructura esquelética mientras que de vez en cuando la otra persona se apodera de un miembro: le entregamos el peso sin dejar de bailar. Partes del cuerpo que bailan y partes que son bailadas. Hasta tener la sensación de ser bailado por el espacio.

 

4. Impro

Improvisamos y anulamos miembros. Danza de todo el cuerpo menos con los brazos. Por momentos introducimos BRAZOS. Imre Thorman insiste en sus talleres en dejar de lado a los brazos al no ser que sean los protagonistas del movimiento. Demasiadas veces los brazos se mueven inconscientemente y a medias tintas.

Anulamos la cabeza y por momentos la incorporamos. Etc. Clarificando el lugar donde ocurre la danza afinamos nuestro habitar del espacio. Hijikata subraya en The quiet house la dificultad de cambiar de lugar en el cuerpo. ¿Cómo cambiar de lugar sin intervención del yo, sin dominio del yo consciente sobre el cuerpo?

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Comenta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s