Dragones, leones, demonios armados sedientos de sangre, amenazadores enanos, bueyes alados, etcétera. Estos son los guardianes del umbral que se encargan de mantener alejados a quienes son incapaces de soportar su propio silencio.
Joseph Campbell

La boca
La imaginación es un dragón hambriento. Y los dragones no existen. Por consecuencia la imaginación tampoco existe, es meramente esto: imaginación. Pero el hambre sí que existe.
El mundo es, antes que nada, escribió Quignard, algo que pasa por la boca. Y todo lo que pasa por la boca lo hace también a través de la fantasía. Quignard continuó: La vida es un sueño que se inventa la muerte para saciar su hambre.
Las incisas de los conejos crecen continuamente, hasta tres milímetros a la semana. Si no se desgastan adecuadamente, impedirán que el animal coma. Y si se entuba el animal y se le da de comer forzosamente, como hicieron unos científicos a la curiosidad cruel e insaciable, las incisas seguirán creciendo hasta perforarle tejidos de la mandíbula inferior y el conejo morirá desangrado.
La conclusión de un querido amigo: El don que no se usa te hará perecer.